Justo el día simbólico 11-11-11, se realizó el primer encuentro “oficial” de la transición en Río Colorado, puerta de entrada a la Provincia de Río Negro. La formalidad estuvo dada por que Carlos Alberto Pilotti, el electo intendente del Frente para la Victoria, estuvo acompañado por quienes todo indica ocuparán las distintas carteras del ejecutivo comunal. En efecto, con puntualidad, se hicieron presentes el Coordinador de Gabinete, Osvaldo Inalaf, el Secretario de Gobierno, Marcelo Casalla, el Secretario de Hacienda, Julio Calí, el Secretario de Producción, Marcelo Martín, el de Obras Públicas, Bruno Toneloto, asimismo fue de la partida Fabiana Larroca, quien estará a cargo de Acción Social. Completaban el equipo Ricardo Burón, quien se desempeñará en el área de Inspectoría municipal, Analía Occhipinti, para el área de Cultura y los que serán asesores externos, Manuel Gimenez, Ivana Pilotti y el abogado Pablo Squadroni. Fueron recibidos por el Intendente saliente, Juan Villalba y un mermado equipo de colaboradores. La apariencia de normalidad en realidad constituyó un pobre barniz que trataba de ocultar los rostros de preocupación de aquellos que deben entregar los resultados de una gestión que fue muy castigada en las urnas.
En efecto, es necesario recordar que Carlos Pilotti fue electo con casi el 60 % de los votos, en lo que fue una de las primeras elecciones que se celebraron en Río Negro el pasado 26 de Junio. La elección fue muy festejada en toda la provincia, pues significó el comienzo del fin para las cataratas de votos que continuaron con las elecciones primarias del 14 de agosto, luego las provinciales del 26 de septiembre para terminar con el triunfo arrasador de Cristina Fernandez de Kirchner el pasado 23 de Octubre.
La gestión Villalba se retira jaqueada por muchas causas judiciales, varias penales, realizadas tanto por concejales de la entonces oposición, algunos vecinos y legisladores provinciales como Martín Soria, hijo del actual gobernador electo de Río Negro, Carlos Soria. El horizonte para los funcionarios variopintos que acompañaban a Villalba es incierto, dado que el pueblo percibe que les llegó la hora de rendir cuentas, en la medida que, como todo indica, las causas por irregularidades y diversos tipos de delitos sigan adelante. De ahí los inocultables rostros de preocupación.
Pilotti expresó que esperaba que la transición “se vaya dando con normalidad, para aplicar todos los buenos oficios posibles a fin de garantizar una gestión transparente y con sentido común”. Nada más, pero tampoco nada menos.
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